jueves, 17 de diciembre de 2009

LA HUASTECA POTOSINA... Y EL DESCUBRIMIENTO DE ANA T.

Hola a los pocos que siguen leyendo mis historias... Antes que nada disculpen el tiempo sin escribir nada, pero estaba de vacaciones... y qué vacaciones!! Ya os contaré.

En esta ocasión os hablaré de cómo fue la experiencia en la Huasteca Potosina. Para esta aventura utilizaré más las fotos que las letras, ya que dicen que una imagen vale más que mil palabras. Y eso es, precisamente, lo que abunda en esta cuasi-selva maravillosa, imágenes de Naturaleza en su estado más puro.

Una cancioncilla y comenzamos... En esta ocasión y como tributo a Ana T (una personita maravillosa gracias a la que pude conocer este lugar), os voy a presentar a un grupo de Rock mexicano que ella adora y que tuve la oportunidad de descubrir gracias a esta potosina. El grupo es Cafe Tacuba, son chilangos, es decir, del Distrito Federal (o del defectuoso, como les dicen el resto de mexicanos de la República) y la canción, INGRATA, (son mexicanos, no lo olvideis). A ver qué os parece...



A lo largo de la historia, volveré a ponerlos. ¿Vale? Son muy buenos.

Ahora sí, tercera llamada y empezamos...

En esta ocasión, no hicimos el viaje todos juntos, porque yo tenía obligaciones con mis pácticas y tuve que salir más tarde, así es que agarré el camión sobre las siete de la tarde destino a Tambaca, el lugar en el que vive Ana T y su familia. Tengo que aclarar que yo a Ana T no la conocía de antes (también hace psicología, como nosotros), pero nunca me la había encontrado en la Facultad. Me invitaron Pao y Alma.

Llegué a este lugar, Tambaca, como a las doce de la noche. Ya para cuando a mí me tocaba bajar, no quedaba nadie en el autobús. Os prometo que hizo paradas en todos los lugares, hubiera o no la posibilidad de hacerlo. Yo aún, a la fecha, no me explico como la gente que se bajaba en ciertos lugares, podía llegar a su casa en medio de esa oscuridad...

En fin, cuando llegué, supuestamente, me estaban esperando. Eso es cierto, pero todas dormidas en el coche de Ana T. Lo más divertido era que yo no sabía ni quien era esta chica, ni mucho menos, qué carro traía, así es que al bajarme del autobús pues me puse a mirar a mi alrededor. Sólo había árboles, vegetación y más vegetación... A lo lejos, divisé una camioneta que tenía encendidas sus luces de posición. Entonces, discretamente me acerqué para ver si eran ellas, pero entre lo alto de la camioneta, que no veía bien y que estaban todas durmiendo, pues no estaba muy segura de la identidad de las personas que estaban dentro del vehículo. De todos modos, toqué a los cristales y ya como a la tercera vez, se despertaron y me dijeron: "güeritaaa, te estábamos esperando. Estábamos muy preocupadas por ti"... Ja,ja,ja. Estas son las formas de preocuparse aquí en México.

Seguimos... Como llegamos muy tarde, prácticamente nos dormimos nada más llegar, porque al día siguiente nos esperaban dos destinos de lujo: Aquismón y Xilitla. Así es que cuando nos levantamos, la madre de Ana T nos había preparado el desayuno (exquisito, por cierto con una salsa verde que estaba para "rechupetearse" los dedos) y nos estaban esperando para emprender la marcha. Os presento la hermosísima casa de Ana T...


Salimos, por tanto, desde Tambaca... Y os presento a Ana T (la chica de la derecha del todo, porque a las demás las conoceis)


La economía de este lugar depende, casi exclusivamente, de un Ingenio que tienen allí. Explico qué es un ingenio, porque yo no lo sabía... Es, más o menos, una fábrica de azúcar, porque esta zona está llena de cañaverales. Es muy bonito ver en buena parte del camino, los sembrados de caña de azúcar, por cierto.

A medio cammino desde esta ciudad a Xilitla, paramos en Aquismón, un pequeño pueblecito caracterizado por su preciosa artesanía. Hacen prendas de vestir y demás artículos bordando ciertos símbolos con lanas de colores en mantas blancas. Es una artesanía muy popular de los huastecos. Ya la vereis cuando llegue. De momento, os anticipo unas fotitos del pueblo, las huastecas y las maravillosas artesanías textiles de este lugar.




Tengo que decir, que justo ahí empezó mi pesadilla en relación con el clima. Nada más bajar del coche, nos pegó una humedad que a mí me costaba trabajo respirar. Imaginad, en plena selva y la zona llena de lagos, cascadas y demás lindeces!!! Era todo maravilloso, pero no para una güerita como yo, ni una piel como la mía. De todas formas, chic@s, ahí seguí hasta el final sin desfallecer...

Desde Aquismón nos transladamos a Xilitla (que significa "lugar de caracoles"), para conocer el estrambótico castillo de Edward James, muy amigo, como no, de Dalí. Si veis el castillo, no os va a sorprender nada esta amistad, así como la de Picasso o Stravinsky. Edward James, era también artista, concretamente poeta y pertenecía a una familia inglesa muy acomodada que tenía relación con la monarquía. Decidió abandonar los ambientes intelectuales, sociales y artísticos de Londres, París, Nueva York y Hollywood y se refugió en la selva mexicana, concretamente aquí, en Xilitla.

Antes de seguir quiero que veais un poco el castillo...




Y mirad el lugar en el que se encuentra...





Pues en este lugar construyó esto que habeis visto en las fotos, el castillo y las Pozas que, desgraciadamente, es uno de los monumentos del s.XX menos conocidos. El castillo tiene incluso una cascada dentro de la propiedad. Fue el mismo James el que llamó a este tipo de construcción "arquitectura integrada a la naturaleza" (y bien cierto es).




Mirad las fotos que vienen ahora. Son muchas, pero merece la pena ver tanto la construcción, como la vegetación de alrededor. Después os comentaré cada sitio, su significado y demás curiosidades. Espero que os guste...






Con esta foto, aprovecho la oportunidad para presentaros a los papás de Ana T, realmente una pareja increíble, con un gran corazón...


Como visteis, el castillo de Edward James, se trata de una construcción surrealista con muros que no dividen nada (como habeis visto) o escaleras, puertas y ventanas que no llevan a ninguna parte. Los peldaños terminan en el infinito, la puertas conducen hacia ningún lado y los pilares son recreaciones fantásticas. En las ventanas lo que se asoman son las copas de los árboles, las flores y las plantas. Es un lugar maravilloso en el que no se sabe detener la mirada, porque cada estructura es más sorprendente que la anterior. Eso en contínua simbiosis con la selva en estado puro.

Más fotos...








El lugar por el que se entra es, verdaderamente mágico y está lleno de simbolismo. Hay que cruzar un pasillo que tiene siete serpientes...


Se llama el pasillo de los Siete Pecados Capitales, porque cada serpiente simboliza uno de los siete pecados capitales que el hombre debe vencer. Después llegamos a las manos del gigante: las manos de Plutarco...


La finalidad de estas manos, es proporcionar paz al viajero que emprende el recorrido con el corazón puro y las manos limpias de pecado. Pero no puedo olvidar la entrada a este castillo de ensueño... El ojo divino, que siginifica que el creador va a observar el camino que nosotros elijamos...


Otro punto que visitamos fue la Plaza de San Eduardo, en el centro de la construcción. Es un poco rara, pero se puede apreciar una flor, la cual está sujeta por piernas humanas. Tengo que contaros que este tipo estaba loco por las flores, concretamente por las orquídeas. Cuenta la leyenda que su creencia en las señales divinas y en las revelaciones se vio materializada cuando un día, nadando en una de estas pozas (que ahorita vereis), cientos de mariposas lo rodearon y él quedó asombrado por la belleza de esta señal divina, así es que decidió establecer ahí su paraje y comenzó su obra artística... Bonito, ¿verdad?


Bueno y así un sin fin de lugares maravillosos y mágicos por surrealistas e imposibles, como la casa de los tres pisos. Una costrucción de cinco niveles donde sus puertas y ventanas no son más que la abundante y frondosa vegetación en distintos tonos de verdes. Esos tres tramos simbolizan las edades del hombre o las tres etapas de la vida: infancia, juventud y edad adulta. A mí este lugar, verdaderamente me encantó, a pesar del vértigo que me daba porque de verdad que está altísimo y no hay ni un sólo varandal. Pero fueron increíbles las vistas desde ese lugar. A ver qué me decís...






También llama mucho la atención el uso de las Flores de Bromelia, que se parecen mucho a las flores de Loto. Estas flores se utilizan en muchos ritos de iniciación, en los cuales el hombre se transforma en flor tras haber alcanzado la paz...


Desafortunadamente, la obra de Edwards James nunca se acabó, porque entre otras cosas, cambiaba cosntantemente de ideas. Os podeis imaginar, ¿no? después de lo visto...

También fotitos de las pozas y de las cascadas... Este tipo tenía de todo en su "casita de campo".






Y bueno, ya poquito a poco y realmente agotadas, comenzamos el descenso y la búsqueda de la salida, que si no llega a ser por un tipo de seguridad que había por ahí, seguimos en el castillo porque francamente era muy dificil encontrar la salida (y conste, que yo no era la guía).


Después de que logramos salir del castillo, nos fuimos a comer un pollito asado la mar de rico y reconstituyente e inmediatamente nos fuimos a dormir porque al día siguiente nos esperaba Tamasopo, el Paso Ancho, La Playita del Amor y El Puente de Dios, una joya de la naturaleza.


Y bueno, como el primer día en la Huasteca ha sido laaargo, aprovecho para poneros otro momento musical, de nuevo de Cafe Tacuba. La canción se llama "El puñal y el corazón"



TAMASOPO: EL PUENTE DE DIOS
Al día siguiente, nos levantamos más o menos temprano y Ana T. nos llevó en su carro a Tamasopo, concretamente a caminar a lo largo de un recorrido algo duro pero que, sin duda, mereció la pena. Volvemos a ser las mismas...


Nada más llegar, nos encontramos con el Paso Ancho... En esta ocasión me limitaré más a poner fotos que a utilizar las palabras, porque en realidad este lugar es para disfrutarlo con los ojos y no con las palabras. A ver qué os parace. Haced el recorrido con nosotras, utilizando vuestra imaginación... Os va a gustar!!




De ahí nos fuimos a lo que llaman los huastecos la Playita de Amor... A ver a quién se le ocurre porqué.


Después seguimos andando y andando y andando más aún, por supuesto cuesta arriba y sorteando los obstáculos de la selva, con dirección al Puente de Dios y decididas a bañarnos ahí. Os prometo que no he pasado más calor en todos los dias de mi vida y mi camiseta (que vereis ahorita) así lo revela. Seguimos caminando...


Y, por fin, aquí está el PUENTE DE DIOS. El nombre le viene al dedo, porque es un lugar espectacular, sólo tenéis que ver las fotos...








Y ahí nos metimos a nadar. Pero antes, mirad la foto en la que me estoy cambiando de ropa. Por favor, mirad la camiseta y mi cara. Con eso os podeis imaginar el clima húmedo que hacía (concretamente tropical, cálido, húmedo) y eso que estábamos a finales de Noviembre!!! Así es que para mí ese bañito fue más que reconfortante.




El lugar es increíble porque tienes que meterte en la gruta que veis en la foto anterior y al final de la misma, encuentras la cascada y se ve todo esto...




Tengo que comentaros que el día fue muy largo y muy cansado. Además, aunque parezca que no, es agotador nadar en un río que tiene una corriente algo fuerte, por la cascada. Yo se ve que tragué un poquito de agua, nada imperceptible para mí en esos momentos. Sin embargo mi estómago no pensaba lo mismo y me provocó una diarrea nocturna que hizo que no pudiera ingerir nada durante la noche, pues era inmediatamente expulsado de mi cuerpo... Tanto fue así que ni siquiera pude tomarme una cervecita agusto. Mi cuerpecito no la asimilaba.

De cualquier forma, teníamos que ir a dormir temprano porque nos esperaban las cascadas de Tamasopo, otra gracias de Dios.

CASCADAS DE TAMASOPO
El tercer día de nuestra estancia en la Huasteca, no fue menos sorprendente que los anteriores. En esta ocasión visitamos las cascadas de Tamasopo, una verdadera obra maestra de la naturaleza. A las pruebas me remito y no haré más comentarios, sólo compartiré con vosotros las fotos...


























Esto es todo, amig@s, ni más ni menos... La huasteca se acaba, volvemos a San Luís, pero yo me quedo con lo mejor, una nueva amistad: ANA T. Una bellísima persona que, aunque no haga demasiado tiempo que la conozco, me ha demostrado que tiene un corazón enorme y que se preocupa mucho por mí, por cómo estoy y porque no me falte nada (sobre todo en estos momentos, ¿verdad chamaca?). Lo cierto es que no me extraña que sea así, teniendo la familia que tiene.

Ana T, un millón de gracias por todo, no sólo a ti sino a tu extraordinaria familia. Fue un placer estar en tu casa, conocer a tus padres (dos bellísimas personas) y poder respirar ese ambiente familiar tan mágico y maravilloso que se puede percibir fácilmente en cada rincón. Os agradezco enormemente el trato y todas las atenciones. Ojalá que algún día me podais devolver la visita. Vuestra casa está en Sevilla o allá donde yo me encuentre, no lo dudeis.

GRACIAS, MUCHAS GRACIAS POR TODO.