miércoles, 26 de mayo de 2010

VERACRUZ, EL PRIMER MUNICIPIO DE AMÉRICA

Hola a tod@s!!
Bienvenidos a esta nueva historia. En esta ocasión os voy a contar mi aventura en Veracruz. Bueno, nuestra aventura, porque Cecilia me volvió a acompañar en este recorrido costeño. Para empezar, deciros que este lugar me fascinó y que si no hubiera sido por el horrible calor y la humedad del lugar, me hubiera gustado más aún, si cabe.

Pero comencemos este relato, no sin antes compartir con vosotros un huapango, una música que me encanta. Se llama "La bruja". El huapango en un son típico de Veracruz y que a mí me provoca un sentimiento especial. Por favor, prestad atención a los instrumentos musicales y a las voces de las personas que cantan...



Ya bien ambientados, vamos a empezar con la bonita historia de esta tierra maravillosa: VERACRUZ.

Comenzaré primero contando porqué Veracruz se llama así. En realidad, esta fue una ciudad fundada por Hernán Cortés en 1519. Cuentan, que cuando Cortés la vio por primera vez, se asombró tanto de la riqueza del lugar, que decidió llamarla "VILLA RICA DE LA VERACRUZ", debido a la cantidad de oro que había allí. La segunda parte, "de la vera cruz", fue porque los conquistadores desembarcaron en estas costas el Viernes Santo de 1519 (día de la Cruz Verdadera). Además, os cuento que Veracruz es el primer municipio que se crea en toda América y la primera ciudad de todo el continente americano que es fundada por europeos.

A los habitantes de Veracruz, además de veracruzanos, se los conoce como "jarochos" y siempre están dispuestos a dar la mano y un cálido recibimiento a todo aquel que visita no sólo la ciudad, sino el estado. Y así nos sentimos nosotras.

Llegamos pues a la "Villa Rica de la Veracruz" como al medio día y lo primero que hicimos fue buscar hostal, pues en este lugar no conocíamos a nadie y sí nos tocó pagar hospedaje. Nos quedamos en un hotel llamdo "Azteca", muy propio el nombre por estar en México, no por la zona que visitamos, que es más maya que azteca. Nada más bajarnos del autobús nos pegó una bofetada de calor, que nos hizo sudar y sudar. Por eso, buscamos un hotel que tuviera aire acondicionado. El Hotel Azteca fue nuestra elección.

Tras ver la habitación y después de dejar las cosas, decidimos dar una vuelta por el puerto, para tener nuestro primer contacto con la ciudad. Esto fue lo que nos encontramos...




Después del paseíto inicial, nos fuimos a cenar algo. Yo, tras tanto tiempo viviendo en el interior del país, MATABA por comer pescado, así es que decidí literalmente "atascarme" de animalitos marinos desde que llegué a este hermoso estado. Este fue el primer restaurante al que fuimos: de frente la playa y para comer una rica "MOJARRA A LA VERACRUZANA", como la que veis a continuación.




Ya casi sin podernos mover, nos fuimos a pasear a lo largo de la costa para ubicarnos, entender un poco la ciudad y decidir qué veríamos al día siguiente. Sin embargo, nos fuimos a dormir prontito porque la mañana siguiente sería dura.


Mirad este autobús turístico. Decidme si no se os apetece que os den una vueltecita en él... jajajaja.


Cuando nos levantamos, yo me moría de calor pero aún así nos aventamos de lleno a conocer esta bella ciudad que tiene tantísima historia. De camino, un señor nos paró y nos propuso un recorrido en lanchita, para que conociéramos la Isla de los Sacrificios y Cancuncito, así es que la idea nos pareció buena y nos subimos a bordo.


La primera parada que hicimos fue LA ISLA DE LOS SACRIFICIOS...


El nombre de esta isla evoca las ceremonias religiosas que los hombres prehispánicos desarrollaban en este lugar, rodeado de aguas transparentes y exóticos bancos coralíferos. De hecho, cerca de esta isla hay otra llamada Isla Verde, llena de arrecifes de coral. Aquí, vimos pececitos de colores como éstos. No sé si se aprecien los "pescaditos".


Las escavaciones realizadas en la zona, han confirmado la realización de estos ritos religiosos al haberse hallado vestigios de entierros y basamentos de templos totonacas. Pero con la llegada de los españoles la isla se convirtió en la zona de reparación de las embarcaciones coloniales.

Después seguimos nuestro camino...


Y tras un ratito navegando por la costa veracruzana, llegamos a CANCUNCITO...


Mirad esa foto. No sé si se puede apreciar bien ahí, pero observad donde están los barcos (en mitad de la nada) y cómo la gente está de pie sobre el agua... Eso es "Cancuncito", un islote que está en medio del mar y que es todo de arena blanca, como Cancún, de ahí el nombre. Ahí nos dejaron un tiempo para que pudiéramos nadar y ver las estrellas de mar. Yo, aunque sabéis que ODIO el agua del mar, la arena y la sal, ahí me aventé y nadé y vi las estrellitas de mar y TODO lo que se podía. Disfruté como una niña de "babas". Al final, nos volvimos a subir a la lancha y regresamos a la playa.

Una vez en la playa, nos regresamos al hotel a secarnos y cambiarnos de ropa, porque como la excursión fue de improvisto, pues no íbamos con la ropa adecuada para bañarnos y nos echamos al agua con la que llevábamos.

Después de nuestro momento marino, regresamos a la ciudad para ver el centro. Lo primero que nos encontramos fue La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. Al principio fue un modesto templo de madera y paja erigido por los religiosos mercedarios, por eso los jarochos o veracruzanos la conocen, desde entonces, como "La Parroquia".




Al lado de la Catedral, nos encontramos con el Palacio Municipal. Es un hermosisimo edificio colonial de 1608, con una magnífica fachada barroca, con portales en ambas plantas y con una torre, que en su tiempo, servía para echar un vistazo a los galeones que atracaban en el puerto.




La antigua Casa de Cabildos es una de las viviendas coloniales mejor conservadas de la ciudad y actualmente es la sede del Ayuntamiento más antiguo de México y de toda América (como os dije al principio).

Tanto la Catedral como el Palacio Municipal, se encuentran en la Plaza del Zócalo, un lugar muy bonito en el que por las noches se puede escuchar la "marimba", muy típica de esta zona.


Se dice que es originaria del Norte de África. No se sabe a ciencia cierta en qué año llegó a América; sin embargo, a su llegada al estado de Chiapas se hizo la conversión al tipo de piano que hasta la fecha existe. Para golpear el teclado se utilizan baquetas llamadas "bolillos". Los teclados de la "marimba" se fabrican en madera de hormiguillo que únicamente se encuentra en el Estado de Chiapas y en Guatemala. Los bastidores, patas y cajones los elaboran de cedro. Al final de cada cajón de resonancia lleva unos agujeros redondos llamados cachimbas donde se le adapta una tela especial que sacan de la tripa del cerdo para la resonancia y la sonorización.

Mirad como suena este precioso instrumento...



También en el Zocalo, encontramos los Portales de Lerdo, muy, muy hermosos y donde se come espectacularmente bien. Aunque, en realidad, la comida en Veracruz es deliciosa allá donde una vaya.


Aquí, a los portales, vinimos a cenar la segunda noche que pasamos en el Puerto de Veracruz. De verdad, el lugar es maravilloso y donde quieras que mires hay marimba, mariachis o sones jarochos. Decidimos cenar aqui... (Disculpad por lo borroso de la foto).


Y pedimos Arroz a la Tumbada, algo así como nuestra paella, pero caldosita. Estaba, de verdad, exquisita.


Picaditas...


Y unos ricos camarones empanizados (como las gambitas rebozadas). También, pudimos disfrutar de sones jarochos (como la canción que os puse antes, "La Bruja") tocados con arpa y acordeón...


O de mariachis...


Además, aquí como en todo lugar turístico que se precie, llegaban vendedores de toooodo tipo de mercancía y cada minuto, (sin exagerar) tenías que decir a alguien "no gracias". Esta situación llegó a un punto en el que era verdaderamente agobiante, porque no te dejaban si quiera mantener una conversación. Para que os hagáis una idea hasta llegaron unos tipos pidiéndonos para la gasolina de la Ambulancia... Claro, a mí eso me llamó tanto la atención que Cecilia me dijo que no me preocupara, que aquí la gente se inventa cualquier cosa para conseguir dinero. Pero es que el tipo estaba hasta vestido como se visten los que manejan las ambulancias. De cualquier forma, esto que os cuento es sólo una anécdota que me llamó la atención.

Pero sigamos con el recorrido por este hermoso puerto... Además del Zócalo y cerquita de él, nos encontramos con el Malecón, un lugar con una vida realmente sorprendente. No sabéis cuantísima gente nos encontramos aqui.






Como os dije, este lugar tiene mucha vida. En el mismo Malecón, vi una cosa que me asombró mucho: LOS CLAVADISTAS.


Estas personas buscan en cada moneda tirada al vacío, una oportunidad para subsistir, aún arriesgando sus vidas, pues el lugar al que se tiran está plagado de rocas. Con sus cuerpos expuestos a los rayos del sol (eso ya es digno de admirar) mantienen la vista fija en sus clientes a los que les gritan: "¡Tire la moneda, jefa!". "¡Eche la moneda, échela patrón!". Así, después de que alguien les avienta la moneda, se arrojan al vacío, exponiendo su vida por sólo cinco o diez pesos.

Además de los clavadistas, nos encontramos con este niño. Mirad cómo lo han vestido. Estaba ahí, en medio del Malecón, cantando...


Justo desde este lugar, tomamos otro barquito para darnos una vuelta por el puerto y ver de cerca lo que estábamos viendo desde la costa. Me encantó este paseíto. Nada más sibirnos al ferry, nos dio la bienvenida una "jarocha"...


Después comenzamos el recorrido. Estas fotos me gustaron mucho.






Y de ahí, nos fuimos directamente a San Juan de Ulúa...




Este lugar, tiene mucha historia y mucha importancia en la fundación de Veracruz. Aquí fue donde Hernán Cortés desembarcó y comienzó la conquista de México, pero también es la última posesión que pierden los colonizadores españoles. Posteriormente al desembarco, mandó a construir este fuerte, pues desde aquí es de donde partían las naves que iban a España cargadas de oro y tesoros de América. Debido a esto, necesitaban protección y un lugar seguro para guardar la mercancía. Por ello, construyeron el fuerte de San Juan de Ulúa.

El nombre de San Juan de Ulúa se le da en honor del capitán y explorador Juan de Grijalva y Ulúa porque cuenta la historia que cuando los españoles desembarcaron en este lugar, encontraron a dos jóvenes sacrificados y preguntaron a los nativos que quiénes habían cometido los sacrificios. Los nativos contestaron que habían sido los "Culúa" (Acolhuas), pero como los españoles recién llegados no podían pronunciar esa palabra, decían Ulúa y así se le quedó a la isla.

Pero ya después, con el transcurso de los años y tras las luchas de los mexicanos por la Independencia, San Juan de Ulúa se convierte en el último bastión del dominio español sobre México, siendo el último territorio que pierden los conquistadores en este país.

Poco a poco, el fuerte va cambiando de función y deja de ser fuerte para convertirse en residencia presidencial (uno de los presidentes que vivió ahí fue Venustiano Carranza, que ubicó su residencia aquí en Veracruz). Más tarde, se convierte en una prisión de máxima seguridad de la cual era muy difícl escapar. Cuenta la leyenda que solo un preso, Jesús Arriaga, más conocido como "Chuco el Roto", logró escapar de esta prisión. Dicen que éste era un ladrón que robaba a los ricos para ayudar a los pobres. Os presento a "Chucho el Roto"...


Hoy en día, San Juan de Ulúa es un museo.

Pero sigamos con nuestro paseo en barquito. Desde el ferry, además, pudimos ver el puerto y los barcos de carga impresionantes.






Esta última foto me encanta, porque de verdad que el barco que estaba allí era increíblemente enorme. La carga que veis no son otra cosa que contenedores. Esas cosas ya son grandes de por si, pues mirad cuánta cantidad de contenedores hay en ese "barquito". Verlo tan de cerca, me impresionó.

Y bueno, los diques...


Os podeis creer que yo no sabía qué era un dique hasta que me lo explicaron ese día!! Pero bueno, nunca se deja de aprender, ¿verdad? Para el que no lo sepa, contaré que un dique es donde se reparan los barcos. Pero lo que más curiosidad me provocó fue la forma en la que arreglan estas cosas: hay una plataforma que se baja hasta que el barco se sube sobre ella. Después, la plataforma se sube y el barco queda totalmente en la superficie para su reparación. Así funcionan!! Lo que aprende una viajando!!!

Ahora, volvamos a los alrededores del Malecón. Ahí nos encontramos con el Faro Venustiano Carranza...




También, El Gran Café de la Parroquia...


Este café es archiconocido en el puerto de Veracruz. Su fundación data de 1808 por parte de un empresario catalán. Se dice que "Ir a Veracruz y no pasar por el Café de la Parroquia, es como no haber ido a Veracruz". Es el café más famoso de la República mexicana y cuentan que Agustín Lara (originario de Veracruz y del que hablaré más tarde) solía venir con frecuencia a este lugar. También, Porfirio Díaz (uno de los presidentes más importantes en la historia de México, para bien o para mal, eso cada quien que lo juzgue) pasó a este lugar a desayunar antes de abordar el buque que lo conduciría rumbo al destierro.

Otra peculiaridad de este café es, sin duda, la forma de llamar al mesero, pues se hace con la cuchara. Esta tradición se inicia en 1890 y surge debido a las campanadas de los tranvías, que hacían sonar los chóferes para pedir su café a los meseros en las mañanas, cuando pasaban frente al lugar. Hoy en día, esos tranvías son "los tranvías del recuerdo".


Bueno, aunque nadie puede ir a Veracruz y no tomarse un café aquí, nosotras sí cometimos tal sacrilegio, pues aunque lo intentamos, no encontramos ni un pequeñito lugar para sentarnos. Esa es otra tradición del lugar, cada quien se sienta donde puede (el mesero no te asigna lugar). Así es que fue imposible y con el calor que hacía, decidimos ir a otro lugar.

Pero sigamos nuestro recorrido. Además de todo esto, también conocimos un poco del interior de la ciudad. Pasamos por la Torre Pemex, al lado del Faro Venustiano Carranza. Es esa torre grande que se ve en la foto.


Pemex es una gran empresa del gobierno mexicano que controla todo el petróleo. No puedes ir a ninguna gasolinera que no sea de Pemex porque es un monopolio del gobierno, así que pone los precios que le da la gana. La gente, en general, está muy molesta en este sentido, ya que los combustibles no resultan baratos.

También conocimos otro faro, en la actualidad en desuso como tal: el Faro Benito Juárez.


El Registro Civil...


Y el Baluarte de Santiago, que es una muestra de arquitectura militar de la época colonial. Su construcción fue necesaria para evitar los constantes ataques que el Puerto de Veracruz sufría por parte de piratas y corsarios (debido a la gran cantidad de oro que había en este lugar). El proyecto original abarcaba una gran muralla que rodeaba toda la ciudad. Ahora sólo queda esto...


Pero sigamos con un poco más de historia, porque Veracruz fue nombrada "Cuatro veces Heróica" por haber sido escenario de cuatro de los acontecimientos más importantes en defensa de la soberanía nacional, en los que la población luchó heróicamente contra invasores extrangeros.

La primera fue el 18 de Noviembre de 1825, con la rendición de las últimas fuerzas españolas guarnecidas en la fortaleza de San Juan de Ulúa (por eso os dije que este lugar fue el último bastión de la soberanía española sobre México).

Después, en 1838, participó en el bombardeo de las fuerzas francesas durante la Guerra de los Pasteles. Me parece muy interesante pararme aquí y comentaros porqué esta guerra se llamó así, de los "Pasteles". El origen de su nombre es muy curioso. El embajador francés, el barón Deffaudis, recibió una serie de peticiones por parte de los comerciantes franceses que residían en México relacionados con su gestión y organización. Entre estas reclamaciones se encontraba una firmada por el dueño de un restaurante, un hombre llamado Remontel, que pedía ser indemnizado económicamente porque en 1832 algunos oficiales del presidente Santa Anna (presidente de México en ese momento) habían comido unos pasteles y se habían ido sin pagar la cuenta.

Por esta razón, el pueblo mexicano llama a esta guerra con Francia la "Guerra de los Pasteles". Evidentemente esta no fue la auténtica razón del conflicto, sino que Francia deseaba ciertas ventajas comerciales y se encontró con la oposición de México.

Pero continuemos con las heroicidades de esta ciudad. La tercera fue el bombardeo a las fuerzas norteamericanas en la Guerra de Intervención Estadounidense. Y por último, el 21 y 22 de Abril de 1914, participó en la defensa durante el desembarco de las tropas estadounidenses.

Pero Veracruz, además de cultura y monumentos maravillosos llenos de historia, tiene entretenimientos muy divertidos, como el ACUARIO.


Esta pequeña excursión me encantó. Yo no entiendo mucho de pescados. Sólo sé que están ricos bien frititos... jajaja. Pero vimos algunos muy bonitos. Empecemos y a ver si os gusta.




Lo primero que nos encontramos fue a la Tortuga Jocotea. Es típica de los ríos, lagos y lagunas del estado de Veracruz. Gusta de tomar largos periodos de sol y se alimenta de peces y crustáceos.


Ahora unos cuantos de pececitos muy monos...










Y un tiburón... En la segunda foto se ve mejor, ¿verdad?




También vimos una Langosta Espinosa...


Un Pez Escorpión...


Y una Morena Verde. Esta me gustó porque me recordó a la Sirenita. ¿Recordáis los ayudantes de Úrsula, la bruja mala del mar? Pues estos bichos eran. Me resultaron muy asquerosillos...


Por último, los reyes de cualquier aquario, los simpáticos delfines.


Después de esto, salimos rápido, pero antes quise tomarme una foto "bajo el mar".


Ya, de ahí, nos fuimos a ver el MUSEO DE CERA. Nunca pensé que un lugar como este fuera tan divertido. Nos encontramos a muuuuuchos personajes que yo admiro desde hace mucho tiempo. Ahora, juzguen ustedes si se parecen o no a los personajes reales.

La primera que nos encontramos fue Yuri, veracruzana de nacimiento.


¿Recordáis a Yuri, chikes? Bueno, si no, os pongo una cancioncita para que refresquéis la memoria. Se llama "La maldita primavera". A ver si os acordáis.



Seguimos el camino y vimos a Mario Moreno, "Cantinflas"...


También nos encontramos con el "Potrillo", conocido por todos como Alejandro Fernández.


También a su papá, el señor Vicente Fernández o "Chente", para los amigos.


Agustín Lara también quiso tomarse una foto conmigo y ahí nos echamos una tocadita... jajaja.


Dicen que Agustín Lara es el hombre que más ha cantado a España, siendo de Tlacotalpan, Veracruz. Lo conocían con el apodo de "El Flaco de Oro". Seguro que si os digo que compuso la archiconocida canción de "Granada", ya se os hace más familiar.

Después del señor Lara, nos tomamos la foto con unos jarochos en plena tocada de marimba...


Y para cerrar este momento culturual y artístico mexicano, no podían faltar en nuestro recorrido dos pintores de excepción: Diego Rivera y su amada, Frida khalo.


Ah!, por cierto, a ver si reconocéis a este personaje. Una pista, una de sus frases célebres fue: "No contaban con mi astucia"... jajaja


Y bueno, pasemos ahora a los momentos históricos, porque también nos encontramos personajes importantes que han marcado la historia de este país. El primero, el presidente actual de la República Mexicana y que lo será hasta 2012, Felipe Calderón Hinojosa.


Retrasándonos un poco en el tiempo y volviendo a los momentos de la conquista, saludamos al paisano Hernán Cortés, que no sé si sabíais que era extremeño y que está enterrado en Castilleja de la Cuesta, Sevilla (España).


Ya que estábamos por allí, nos encontramos con la MALINCHE, enamorada de Cortés y traidora oficial para todos y cada uno de los mexicanos, pues su rápido aprendizaje del castellano la convirtió en traductora y consejera oficial del conquistador. Por ella es por la que se acuña el término de "Malinchismo", para hacer referencia a la preferencia de lo extranjero frente a lo nacional. Hoy por hoy es un término que se utiliza.


Y avanzando en la historia, os presento al Cura Miguel Hidalgo, del que tantas veces os he hablado. Él es quien prende la llama de la Independencia y por él, cada 15 de Septiembre los mexicanos y mexicanas celebran su autonomía con el famoso "Grito de la Independencia".


Ahora vayamos a la Revolución Mexicana. Aquí aparecen dos piezas claves de este momento histórico: Francisco "Pancho" Villa (a la izquierda) y Emiliano Zapata (a la derecha).


Por último, os presento a Benito Juárez, conocido como el "Benemérito de las Américas", título que se le otorga por su lucha por las libertades del pueblo y la patria, además de por su defensa de la libertad. Fue muchas veces presidente de la República y fue muy célebre su frase: "Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz" (lo tienen como lema en algunas escuelas públicas, de hecho). La época en la que vivió este hombre, es considerada por muchos historiadores como la consolidación de esta nación como República. Además, este político presentó las Leyes de Reforma, que separaron definitivamente la iglesia del Estado.


Con la visita al Museo de Cera, que me divirtió como no tenéis idea, termina nuestra historia en el Puerto de Veracruz, sin embargo, no abandonamos aún el estado, aún nos quedaría Tlacotalpan, ciudad natal de Agustín Lara y un pueblito muy lindo.

Espero que disfrutárais del puerto veracruzano como yo lo hice. Nos vamos a Tlocotalpan...