QUERÉTARO... MUY DIVERTIDA!!!

Bueno, esta aventura versará sobre el estado de Querétaro. Concretamente visitamos la capital, del mismo nombre, y un pueblito muy bonito llamado BERNAL, conocido por su peña, (como nuestro Gibraltar, más o menos... bueno, que muy nuestro no es, aunque nos empeñemos... jajaja, ¿no?). Pero no adelantemos acontecimientos... vayamos paso por paso. Para calentar motores y en honor a mi eterna compañera de viajes (la seño Jiménez), vamos a pasar a unos momentos musicales que, seguro, le traen recuerdos... Esta canción no es de un mexicano, sino de un mañico, Bunbury y se llama "Irremediablemente cotidiano". Muy buena...



Ahora, sí que sí. Empezamos la historia queretana... Antes que nada, os comento que en este lugar viven grupos indígenas mexicas (que son los que nosotros conocemos por aztecas) y chichimecas. ¿Quereis ver un chichimeca? Así eran los de antaño. (Es la escultura, la de abajo es Ceci, jajaja).


También en esta ciudad fue donde Benito Juárez mandó a fusilar al emperador Maximiliano, en un lugar llamado el Cerro de las Campanas. Ah! y ¿sabeis qué significa Querétaro? En purépecha significa "lugar del juego de pelota" Bueno, pues llegamos a esta ciudad como én la tarde, más o menos, porque en la noche íbamos a ver una película... Sí, amig@s, vine a Querétaro a ver una película de vampiros poco machos y lobos muy exagerados, pero bueno aprovechamos la ocasión para conocer esta ciudad y de paso a una amiga de Ceci, Angélica. Muy divertida. Aquí está...


Ah! os comento que en esta historia salen personajes del pasado, una antigua "amiga" conocida entre los ambientes más selectos como la "calentorra", que además la vereis en su estado más puro... jejeje.

Seguimos... Lo primero que hicimos fue dar un pequeño paseo por la ciudad, casi anocheciendo, y nos encontramos cosas muy bonitas, como la Alameda...


El Jardín del Arte, en el que había esculturas muy coquetonas, como estas que vais a ver. Si os fijais bien, las cuerdas del arpa son el agua de la fuente. Está muy padre, como se diría aquí.




La plaza de la ciudad y su fuente danzante...


Una callecita muy linda que me gustó mucho y que no recuerdo su nombre....


Y el acueducto...


Bueno y ahorita una curiosidad. Primero mirad la foto y fijaos lo que vende el tipo, no los bolsos, sino las cositas pequeñitas que se ven...


Eso que está vendiendo se llaman "Atrapa novios" y es realmente curioso porque está hecho como de mimbre pero el funcionamiento es todo un alarde de tecnología y mercadotecnia mexicanas. Vereis, se conoce que cuando el novio mete el dedo en ese sistema novedoso, pues los mecanismos intrínsecos del aparato, hacen que ya no lo pueda sacar y ahí se queda... jejeje. Estos mexicanos son la caña. (Nosotros diríamos la "caña de España", ¿verdad? pues ellos dicen "La neta del planeta" jajaja. Gracias, moco por culturizarme).

Y bueno, ya después de un rato caminando y de un intento fallido para ver la película que querían ver, decidimos posponer nuestro momento cinéfilo para la mañana siguiente, e ir a una fiesta en casa de Adeline, a la que todos conocen por intentos fallidos de levantar "churris" ajenos. Cuando llegamos, se ve que ya llevaban unas cuantas horas de fiesta porque más de una andaba con un pedo monumental, ese era el caso de esta niña. De hecho, cuando nos unimos al jolgorio ya estaban cantando canciones de ardida y de despecho... Y a las pruebas me remito. Prestad atención a esto, es cultura mexicana en su estado más puro, desinhibido y pasional. (La anfitriona es la chica de rojo que está de pie)



Por si no conoceis la canción, estaban cantando "Por tu maldito amor"... Os la pongo en versión original para que escucheis la letra y entendais las reacciones de estas niñas. Es una canción del señor Vicente Fernández, Chente, que así le dicen aquí.



No he comentado, por cierto, que nos íbamos a quedar a dormir en casa de esta niña, pero debido a la borrachera de lujo que se puso por montera, nos quedamos sin lugar para descansar. Así es que decidimos quedarnos con Angélica, el problema es que ella tenía conflictos con su casero, pero daba un poco igual porque nunca estaba en la casa... Eso creíamos nosotras.

Llegando de la fiesta, aguardamos un rato en la calle para esperar a que el odioso casero saliera al fin de la casa... Pero nos dieron las doce, la una, las dos y las tres, en plena plaza queretana, con unos mariachis por compañía y un frío que empezaba a hacer de las suyas en mis riñones. Así es que cuando ya no puede más, le dije a Ceci que buscáramos un hostal o lo que fuera para dormir. Y así fue exactamente. Lo primero que encontramos fue un "lo que fuera", de 100 pesos la noche entre las dos (en europeo, 5 euros). Así es que os podeis imaginar dónde nos metimos.

Trataré de describir el lugar lo más exacto posible... Nos abrió la puerta un hombre bastante tétrico, poco amigo del baño y nos llevó a la "suite". Cuando abrimos la puerta, Ceci y yo, ya dentro del lugar, nos miramos como diciendo: ¿Esto qué es?!! pero ninguna dijo nada. Nos limitamos a observar el cuarto y a medio cerrar la puerta, porque nuestra seguridad consistía en un alambre amarrado a un clavo... No tenía ventanas, no tenía baño, pero eso sí, tenía dos camas. Nos acercamos y tiramos de la colcha, porque ese era nuestro lecho de esa noche. Sin embargo, lo que vimos nos dio tantísimo asco que decidimos cambiar de lugar, ya que no se trataba de sufrir ni mucho menos de agarrar una infección. En serio, a esa cama no le cambiaban las sábanas desde la época de la Conquista, por lo menos... si no es que se durmió ahí algún mexica... Qué asco más grande!!! Así es que amablemente, llamamos al dueño del gran hotel, le pedimos que nos devolviera nuestros 100 pesos y salimos de aquel lugar antes de que muriéramos de alguna extraña enfermedad infecciosa.

Yo, como ya tengo una edad y empieza a darme sueño a las diez de la noche, le propuse amablemente a Ceci que tomáramos un taxi y que nos llevara a una zona decente de hoteles, porque yo ya mataba por dormir... Dicho y hecho, el taxista casi nos aventó en la calle y salió corriendo del lugar. Nos pusimos a andar y cuál fue nuestra sorpresa, que los hoteles estaban completos. Ahí ya, sí empezó "tantito" mi agobio. Seguimos a otro hotel que estaba igual y a otro y a otro. Yo en ese momento pensaba que íbamos a dormir en la calle y aquí los cajeros no son como en España... jajajaja (en serio, Martita).

Pero bueno, se ve que tuvimos suerte y en el cuarto hotel al que fuimos había recámaras de verdad, disponibles. Era un hotel de cinco estrellas y ¿sabeis cuánto costó la noche en habitación doble? Treinta euros!!! Así es que ni lo pensé... Qué rica noche pasamos!!

A la mañana siguiente, como estaba previsto, fuimos a ver la película "Luna Nueva" (no comment) y de ahí marchamos para Bernal.

BERNAL
Antes de empezar los comentarios de este pueblito encantador, os presento a la gente con la que fui... (Los nuevos: un amigo de Angelica, la chica que pescó la peda la noche anterior y la peña al fondo)


Como llegamos casi anocheciendo, nos limitamos a pasear, a tomarnos fotos y a disfrutar del paisaje.

La plaza de San Sebastián...




Un amigo que hicimos en el camino... me encanta!!


Y el pueblecito de noche, concretamente estamos en la Plaza del Baratillo...


Esa noche cenamos gorditas de tortilla azul, porque el maíz con que se hacen es de ese color (yo no sabía, por cierto, que existía maíz de diferentes colores). Las gorditas son una tortilla gruesa, abierta por la mitad y en su interior le ponen guisaditos muy ricos. Esto es una gordita...


Después, nos fuimos a ver el show de las fuentes danzarinas. Estuvo muy bonito porque se ve la peña iluminada detrás del espectáculo de luces y sonido, pero hacía un frío horrible entre el agua y el aire.


Después del espectáculo, nos fuimos a dormir porque a la mañana siguiente nos tocaba un día de duro ejercicio a pleno sol: subir la peña. No sé si sabíais pero este monolito es el tercero más grande del mundo. El primero es el Peñón de Gibraltar y el segundo es la piedra sobre la que descansa el Cristo Rey de Río de Janeiro... Aquí está la Peña de Bernal.


Bueno, pues nada más levantarnos fuimos caminando en dirección a este "pedruscón" para nada más y nada menos que subirlo... Bueno, los que han ido siguiendo mis aventuras se habrán dado cuenta que a casi cada lugar que he ido había un cerro, una montaña o cualquier otra atracción a la que había que subirse, trepar o lo que fuera, ¿cierto? Pues entonces, os podeis imaginar cómo tenía las piernas y lo "jartita" (eso está en andaluz) que estaba de encalomarme a todo accidente geográfico que nos encontrábamos en el camino. Además observad cómo era el caminito!!




Por eso cuando ya no podía más, cuando ya me iba a morir de hiperventilación por los jadeos y mis piernas ya no reaccionaban, decidí abandonar al grupo y volver a la civilización, a la sombrita y a un lugar fresquito donde poder sentarme...


Ese es el motivo por el que a partir de ahora no me vereis en ninguna foto hasta llegar nuevamente al pueblo. Pero mis compañeros sí siguieron...


Y llegaron a la cima...


Y fue esto lo que divisaron sus ojos...


Bueno, pues ya de vuelta a la civilización, decidimos "reponer" fuerzas... jejeje


Y dar el último paseo por el pueblito...




Esto que veis es un hotel muy lindo llamado "La Posada de San José". Claro, no era el nuestro.


Nos tomamos esta última foto en una fuente en la Plaza del Baratillo. Nos contaron que esa fuente era mágica porque todo aquél que se bañaba a las dos de la mañana rejuvenecía tres años (ardua tarea porque la fuente estaba vacía).


Después volvimos al hotel para recoger nuestras cosas, nos montamos en el autobús destino Querétaro y de ahí a San Luís Potosí, pues teníamos un poco de prisa. Queríamos ir a ver bailar al profe, que por cierto estuvo muy bien... Pero eso, será otra historia. Espero que ésta haya sido de vuestro agrado.

Mil besos y, como siempre, cuidaos mucho.