miércoles, 18 de noviembre de 2009

MICHOACÁN Y SU FESTIVIDAD DE LA NOCHE DE MUERTOS

Saludos cordiales...
Cómo estáis? Ya sé que hace mucho que no escribo aventuras en el blog, pero es que en realidad no he tenido tiempo con tantas despedidas... Ahora, espero poneros pronto al día.

Antes que nada y siguiendo con la tradición, quiero regalaros unos momentos musicales. En esta ocasión, la canción que he elegido para amenizar la lectura nada tiene que ver con el estado de Michoacán, del que hablaré a continuación. Eso sí, la escuché por primera vez en el autobús que nos llevó a este lugar. Me gustó tanto la canción que quiero compartírosla. Espero que os guste y que, poco a poco, vayais conociendo musiquilla mexicana. No perdais ojo de la letra, ¿vale?



Ahora sí... En esta ocasión me toca hablaros de cómo viví la festividad del día de muertos en el estado de Michoacán. Lo primero es comentaros que nos metimos bien, pero bien en el papel, porque todos terminamos de este viaje, bien muertecitos... ¿Preparados? Comenzamos el relato.

Salimos de San Luís el sábado en la noche, para pasarla toda en el autobús durmiendo y ahorrarnos el hotel... Lo cierto es que nos lo ahorramos las dos noches, ya que los lugares de más interés había que visitarlos en la madrugada y no tenía mucho caso reservar un hotel sólo para unas horas.

Cuando nos despertamos, a la mañana siguiente, fue algo increíble encontrarnos con un paisaje de bosque y más bosque. Íbamos con destino a San Juan el viejo, un pueblito michoacano que es famoso porque en él está el volcán más joven del mundo, el VOLCÁN PARICUTÍN. Éste, entró en erupción hace unos cuantos años y enterró literalmente todo el pueblo, de ahí su nombre, San Juan el Viejo... Hay, por tanto, un San Juan Nuevo, y es ahí donde se asentó la gente tras el incidente con el volcán.
Mirad esta foto...


Justo aquí lo que se ve es lo único que se salvó del pueblo y que no quedó enterrado entre las cenizas y las rocas expulsadas por el volcán. Concretamente el campanario de la Iglesia. Cuentan las personas de fe que la Iglesia de San Juan fue lo único que la lava no enterró por completo, porque el poder de Dios fue más grande... Ahí ya, cada uno.

Después de ver las ruinas de este pueblo y de tener la oportunidad de ver también el volcán, nos dirigimos a Pátzcuaro. Esa ciudad me encantó... La verdad es que es muy difícl decir qué fue lo que más me gustó del estado de Michoacán porque cada lugar fue encantador. Concretamente de Pátzcuaro me gustó mucho su plaza principal y la arquitectura de sus casas, con sus remates y tejados a base de vigas de madera. Además los nombres de todos los negocios tenían el mismo diseño y los mismos colores. Era una delicia colarse de forma indiscreta en alguna casa y ver sus interiores, llenos de decoraciones florales y balcones. Me recordó a más de un patio de vecino de nuestra entrañable Triana...

Espero que con en esta foto podais haceros una idea...


Esto que veis a continuación es "La casa de los Once Patios". Este lugar era precioso y además estaba lleno de tiendas de artesanías de Michoacán. Para los interesados, contaré que antes era un convento.


Ahí va un dato muy, muy curioso. Pátzcuaro significa literalmente en lengua p´urhepecha "lugar de la negrura". Ya os comenté que Michoacán es archiconocida por su forma tradicional de celebrar el día de muertos. Pues ese lugar de la negrura no hace referencia más que a la muerte precisamente, puesto que la noche, negra, es la muerte del sol y es eso lo que reina en la región de las sombras. Con la llegada de los españoles, cuya conquista se fundamentó en la evangelización, los religiosos buscaron de inmediato la destrucción de las antiguas creencias y sus prácticas idolátricas. Así, las deidades de la muerte fueron destruídas pero no el culto a los muertos, que conjuntó los conceptos y tradiciones de católicos e indigenas.

Desde Pátzcuaro, agarramos un taxi con destino al puerto, para poder llegar a la Isla de Janitzio. Si lo que ya habíamos visto nos había encantado, aún quedaba lo mejor: esta isla y lo que encontramos allí.

Nos montamos en un barquito que cruzaba todo el lago Janitzio, el segundo más grande de la república. Durante esta travesía tuvimos la oportunidad de ver a los pescadores que trabajan aquí y su forma particular de hacerlo, ya que utilizan unas redes en forma de mariposas. No puedo pasar por alto, por tanto, el significado de Janitzio. En p´urhepecha, significa "lugar donde llueve" o "lugar de pesca". Mirad esta foto, ahí están esos pescadores...


Cuando llegamos yo me moría por comer pescado porque me dijeron que ahí era muy famosos y bastante bueno... Imaginaos (sobre todo vosotras, chikes) mis ganas de comer "pescaíto". Comimos esto que veis a continuación. Lo primero que veis, se llaman CHARALES y son como nuestros boqueroncitos fritos.


Esto de aquí se llama MOJARRA y estaba, de verdad, deliciosa...


Y este fue el lugar donde comimos, un restaurante con unos colores y unos olores que dificilmente olvidaré...


Además, pudimos darnos una vueltecita por los centenares de puestos de artesanía. Es curioso porque esta gente no habla español (entre ellos, me refiero) sino su lengua: p´urhepecha. También visten de una forma particular porque utilizan el traje "guare" que es asi...


La isla de Janitzio ya la podíamos ver desde el barquito y como me encantó esta vista, quiero que vosotr@s también la disfruteis. Ahí está...


Si observais bien, hay una enorme estatua, ¿verdad? Es Morelos, uno de los líderes de la Independencia mexicana y por el que la capital de Michoacán se llama, precisamente, Morelia (pero esa historia os la contare más tarde cuando lleguemos a esa ciudad).

En todos estos lugares cercanos al lago de Pátzcuaro se vive el día de muertos de una forma especial.


Eso que veis es un altar de muertos. Toda esta zona se llena de estos altares durante los primeros días de Noviembre. Su forma de celebrarlo es muy especial por el siguiente motivo: no consideran que ese momento de la vida, la muerte, sea algo trágico, sino una parte más del camino.

Los pueblos prehispánicos concibieron el universo como un concierto de contrarios, un mundo de dualidades necesariamente opuestas en un juego que daba origen a la existencia misma de los seres. Dentro de esta concepción, el binomio vida-muerte era considerado como dos aspectos de una misma realidad. Una, consecuencia de la otra, parte de un mismo proceso de relación-destrucción que había dado origen al universo, al mundo y a la humanidad. Lo que determinaba el lugar donde se iba después de morir, dependía no de la manera de vivir, sino de la forma de morir. Cuando llegaron los españoles y su evangelización, ambas tradiciones se fusionaron y ahora existe un mezcolanza de ambas culturas.

Después de ir a Janiztio, nos llevaron a conocer esta tradición en su forma más pura. Fuimos a Santa Fe de la Laguna. Ahí llevamos una ofrenda y nos metimos en casa de una familia, a velar a su muerto. No sabeis lo increíble que eso resultó para mí, porque nos metimos en casa de una gente que entre ellos no hablaban español y que, sin conocernos, nos dio amablemente de cenar: tamales, atole y pozole. Esto fue lo que vivimos...


Ese señor que veis en la foto, es el señor que murió, al que se está velando y al que se le realiza la ofrenda. Si mirais bien, el altar está lleno de alimentos, concretamente aquellos que más gustaban al difunto. Se cree que la madrugada del 2 de Noviembre, éste regresa a la vida para visitar a sus familiares por eso las tumbas se adornan de esa manera. Las flores amarillas que veis se llaman CEMPOALXOCHITL. Son muy populares en estas fechas y las encontrareis también en otras fotos más adelante. De hecho, dicen que después de ese día en el que el muerto vuelve, esa comida de la ofrenda ya no sabe igual...

De cualquier forma se trata de una tradición maravillosa y espectacular donde se aúna lo religioso y lo popular para rendir tributo a los ya idos, en un ambiente de duelo y de fiesta, de tristeza y de algarabía, porque pervive la creencia en la continuidad después de la muerte, la creencia de que las almas de los muertos se comunican con los vivos. Esto fue precisamente lo que pudimos respirar cuando fuimos al panteón de Tzintzuntzan. Este es...






Sin palabras...

Cuando ya recorrimos el panteón de esta ciudad regresamos, muertos de frío al camión a dormir un rato, pues aún quedaban dos lugares más: Santa Clara del Cobre y la maravillosa Morelia.

Al abrir nuestros ojos, al día siguiente, ya estábamos en Santa Clara del Cobre. Allí, los que quisieron, tuvieron la oportunidad de bañarse en unos baños públicos, que aunque estaban limpios, a mí no me despertaban mucha confianza. Además hacía muchísimo frío, por lo que nosotros decidimos dejar nuestra higiene un tanto en espera hasta regresar a San Luís. Allí, por tanto, nos aseamos como gatos y nos lavamos los dientes. Quiero que conozcais Santa Clara del Cobre...


Y bueno, ahí va la respuesta a una pregunta absurda... ¿Porqué se llama del Cobre este pueblito? Sí, chicos, la respuesta es muy parsimoniosa, simplemente porque aquí se da mucho el cobre y su manera de trabajarlo es muy famosa. De hecho, nos llevaron a una fábrica donde nos enseñaron precisamente el modo en que se trabajaba. Fue muy curioso. Ahí os dejo unas fotitos del pueblito...


Y también, otra foto más del resultado del trabajo del cobre.


En la anterior foto aparecemos Fer y yo en la plaza del pueblo... Ceci, la otra persona con la que fui y la que se está convirtiendo en mi compañera de viajes (como podeis observar), decidió quedarse en el autobús durmiendo un pelín más.

En Santa Clara del Cobre no estuvimos mucho tiempo, porque en realidad tampoco era muy grande. Así es que después de un par de horas allí, nos montamos en el camión nuevamente con destino a Morelia, la capital michoacana y uno de los lugares que más me han gustado desde que llegué a México. Os la presento... Esta es la catedral. Maravillosa!!


Esta ciudad, en época de los españoles, se llamaba Valladolid y tomó el nombre actual de José María Morelos y Pavón (el tipo del que os hablé antes un poquito). Morelos fue crucial para la Independencia mexicana. De hecho era el jefe de los ejércitos del Sur y luchó con armas y dientes para intentar lograr aquello en lo que creía. Fue el que inauguró el primer parlamento de México, donde pronunció su famoso discurso de "LOS SENTIMIENTOS DE LA NACIÓN", que se puede considerar el precursor de la primera constitución mexicana. En ese discurso, entre otros aspectos, se declara la independencia de América de España, se pretende una mayor igualdad, reduciendo el horario de los jornales, y se prohíbe la esclavitud y la distinción de castas. Al final, a Morelos lo agarró la Inquisición española y lo asesinó...

En esta ciudad está la casa museo de este hombre y fue ahí donde nos enseñaron todo esto de forma muy, muy curiosa porque, tengo que decirlo, el guía era un gran comunicador. Os presento a Morelos... que, por cierto, tenía siempre un pañuelo en la cabeza porque padecía de migraña y la medicina que utiliazaba para ello, una planta en contacto con su sién, se la sujetaba con ese pañuelo. Ahí está presentando los "Sentimientos de la Nación"...


En cuanto a la ciudad de Morelia, deciros que está bastante bien pensada. Nos contaron que todas las calles del centro están hechas usando remates visuales, eso quiere decir que todas terminan en alguna plaza, fuente, iglesia o monumento de importancia (un poco como Roma, chikes). También, están diseñadas de forma y manera que durante el día, una parte de esas calles están a la sombre y otra parte al sol. Eso, para las güeritas como yo, creedme que es de vital importancia porque podemos pasear sin necesidad de enrojecer hasta desfallecer o morir de insolación... Mirad la siguiente foto, la parte izquierda está al sol y la derecha a la sombra. Así son todas las calles.


También conocimos la Casa de las Artesanías...


Y, como no, los dulces típicos de estas fechas: las calaveritas de azúcar y mucho más. Mirad la foto...


Siguiendo con nuestro paseo, nos topamos con una placita encantadora en cuyo centro había una fuente llamada de las Tarascas, que también se conoce como Fuente de la Fertilidad. Las Tarascas son las mujeres de esta zona del país que van con esas faldas características. En la foto creo que se puede ver.


Detrás de esta fuente, estaba el acueducto...


Después, seguimos caminando y caminando por una calle en la que habían colocado muchos altares de grandes figuras mexicanas de todos los tiempo. Antes de mostraros estos altares, quiero que conozcais a un amigo que hicimos Fer y yo. Está un poco desmejorado, pero bueno...


Ahora sí, empezamos, como no, por el altar a Morelos...


Este otro es de Pedro Infante, un actor y cantante de la Época de Oro del cine mexicano. Algo así como nuestro Paco Martínez Soria...


Al final de este paseo, estaba el Santuario de Guadalupe. No se ve mucho el santuario, pero me imagino que mis "seguidores" preferirán verme a mí que al monumento, ¿verdad?


Esta otra, es el Jardín de Morelos. Por supuesto, la estatua que está detrás nuestra es de este personaje. Y una curiosidad: las estatuas equestres tienen un significado según los caballos tengan ambas patas levantadas, sólo una o las tengan apoyadas en el suelo. En este caso, el hecho de que el caballo tenga una sola pata en el aire siginifica que su jinete (Morelos en este caso) murió asesinado. Y efectivamente así fue, lo asesinó la Inquisición.


Otra cosita de Morelia que me gustó mucho, fue la Iglesia de las Rosas. Ésta...


¿Veis que su fachada tiene dos puertas? Pues la de la izquierda está siempre abierta, porque es por la que entra la gente que va al culto. La puerta de la de derecha, en cambio, sólo la abren una vez al año porque es por ahí por donde entran las niñas cuando van a consagrar su vida a Dios, es decir, van a hacerse monjas.

En fin, chicos, este recorrido guiado por los diferente lugares de Michoacán, está llegando a su fin. Sólo me resta enseñaros una última cosita, una última curiosidad... Así son aquí, en Morelia, los autobuses... jajaja.


Ah! y, como no, os presento al grupo que viajamos en esta ocasión...


Ahora sí, ya me despido y lo voy a hacer de la manera más dulce que puedo.



Espero que os haya gustado. Cuidaos mucho y un millón de besos para tod@s.

martes, 17 de noviembre de 2009

GUANAJUATO... TIERRA DE HISTORIA, TRADICIONES Y VALORES

Hola a tod@s los fieles de mis historias mexicanas!!!
En esta ocasión, como os comenté en mi anterior aventura, voy a contaros qué tal fue nuestro viaje a Guanajuato (que pertenece al estado del mismo nombre). Ah! por cierto, una curiosidad. Guanajuato significa "tierra monstruosa de ranas". Por eso son tan famosas las ranas de este lugar. En todos sitios se venden.
Este estado, además, se caracteriza por ser uno de los más conservadores de todo México. Tiene una historia muy paradógica, porque vereis, aquí en Guanajuato existe un callejón muy conocido llamado "El Callejón del Beso" y cuenta la leyenda que si unos novios se besan en él pues tendrán suerte, prosperidad y ese tipo de cosas en su relación... Es muy famoso y muchos turistas quieren pasar por ahí, verlo y lo que surja. Pues bien, ¿sabeis que está prohibido besarse en público en este estado? En serio... Ahora digo yo, pa qué tienen entonces el callejón, ¿no? Ellos sabrán...

Bueno, después del momento cultural y antes que nada, quiero que os fijeis en el título de este relato: Guanajuato, "Tierra de historia, tradiciones y valores". Creo que nunca se definió nada tan bien, como este enunciado define esta hermosa ciudad... En el transcurso del relato, me entendereis... Empecemos.

Salimos de León, otra ciudad de este estado, por la mañana. Como os comenté, este viaje siguió, al día siguiente, al de Aguascalientes, por lo que los personajes son prácticamente los mismos. En este caso, cambiamos a Gerardo por Luís, el hermano de David, nuestro peruano, que de alguna u otra forma aparece siempre en todas las historias.

En el camino pasamos por el "Cerro del Cubilete", que se considera el centro geográfico de la República Mexicana y al final, llegamos a Guanajuato... En esta ocasión, no me queda otra que dedicar mi momento musical a este bello lugar y a uno de los grandes de este estado, José Alfredo Jiménez. Por ello, no he podido optar por otra canción que esta que vais a escuchar ahorita. Se llama "Camino de Guanajuato" y está interpretada por este hombre, que precisamene nació en Dolores Hidalgo, una ciudad de este estado y cuna de la Independencia Mexicana. A este señor se le considera el mejor compositor de música ranchera de todos los tiempos. Espero que os guste la canción y que veáis las lindas imágenes que aparecen...



Y después de este momento de asueto, empecemos el relato propiamente dicho. Debido a que contábamos con poco tiempo y a que el profe estaba más que cansado de manejar y de otras cosas, decidimos optar por hacer un tour guiado en camión (es decir, una furgoneta de toda la vida), concretamente esta...


De verdad que yo no he pasado más calor en todos los días de mi vida!!! Además, supuestamente el tour era guiado y así era en verdad, lo que pasa es que nosotros estábamos en el fondo del vehículo y el guía (que era un niño)le hablaba al cuello de su camisa... y entre eso y mi hipoacusia, pues podeis imaginar de lo que me enteré. Pero bueno... antes que nada quiero que veais lo primero que yo vi de esta ciudad.


Sí, esa es una vista de Guanajuato desde un edificio llamado la ALHÓNDIGA DE GRANADITAS (espero no haberme equivocado en el nombre, porque me crucifican). En la foto aparecemos los de siempre. El chico que no os suena es Luís, hermano de David (no lo puede negar!!!). Lo que se ve detrás, es la catedral de la ciudad. Y bueno, ya que os he mencionado el nombre de este edificio, no puedo obviar la gran importancia que tiene para la historia de México. Os la voy a contar, pero primero quiero que lo veais.


Esta es la Alhóndiga de Granaditas, un edificio del siglo XVIII, empleado en principio como almacén y comercio de granos, pero que luego se convirtió en uno de los principales y primeros escenarios de la Guerra de la Independencia Mexicana.
En este edificio se acuartelaron los ejércitos españoles durante la guerra de los insurgentes mexicanos contra la corona. En él, además, estaba toda la munición de los ejércitos realistas, por ello fue asediado por los independentistas de Guanajuato, el cura Hidalgo y Allende, entre otros.

Pero no sólo estos personajes tienen su importancia en esta historia, también otro, apodado el Pípila, (que en realidad se llamaba Juan José de los Reyes Martínez Amar).
Cuentan que este tipo en plena batalla, tomó como recubrimiento una losa de piedra y la cargó en su espalda, comenzando a caminar con una antorcha en su mano, cerro arriba y con destino a la Alhóndiga, entre el fuego cruzado de ambos ejércitos. Al final consiguió llegar e incendió la puerta de este edificio. Con ello, el ejército insurgente pudo entrar, vencer a los españoles y tomar la ciudad de Guanajuato...
Esto fue tan importante, que existe en esta ciudad un monumento al "Pípila". Imaginaos lo que fue aquello!!!

Pero claro, los insurgentes ganaron esta batalla, pero la guerra aún no. Por este motivo, los españoles pudieron capturar y vencer a los sublebados y para que nunca nadie volviera a pensar en otra revuelta, colgaron las cabezas de Hidalgo, Allende y demás independentistas, en las esquinas de este mismo edificio, con el único objetivo de sembrar el terror entre la población y que a nadie se le ocurriera jamás volver a revelarse. Mirad...


¿Veis que pone el nombre de Hidalgo y al lado hay una especie de gancho? Pues justo ahí colgaron su cabeza para que todos la vieran... pero alrededor del edificio están los demás nombres, no solo el de Hidalgo.

Y bueno, después de esta sangrienta historia, seguimos con nuestro recorrido guiado. Así es que entre los murmullos de nuestro guía, inaccesibles al oído humano, hicimos nuestra primera parada en la CASA DE LA TÍA AURA, una señora que por lo visto se dedicaba a emparedar a las hijas de los españoles que se quedaban embarazadas...


¿Sabeis qué es emparedar? Pues en la fotito se ve más o menos. En una pared se hace un agujerito, se mete ahí a la niña traviesa y se construye otra pared delante. Después se espera un tiempecito y la niña se asfixia. Así funciona.

Pero además, esta buena señora, la Tía Aura, no solo se dedicaba a hacer esta salvajada, también le quedaba tiempo para coleccionar todo tipo de aparatos de tortura que usaba la Santa Inquisición para todos aquellos que no fueran "niños o niñas buenos". Ahí hay algún ejemplillo...


A estos que siguen se les ve mejor carita, ¿verdad que sí? (jajaja)


Cuando salimos ya de la casa de esta señora de gran corazón, nos despidió uno de sus hijos... un poco cansado de llevar haciendo lo mismo tantos años!!!


Ya de ahí volvimos a la fresca camioneta cerro arriba con destino a conocer una ex-hacienda, la HACIENDA DEL COCHERO, conocida porque en su interior se alberga un tribunal de la Santa Inquisición con todos y cada uno de sus aparatos de tortura...


La belleza de fuera no nos hace presagiar lo que, en realidad, íbamos a encontrar en su interior...


Estas son las cositas que vimos... Una guillotina...


Sendos cinturones de castidad... (esto era pa las niñas malas, malevolas, perversas, pequeñas, mocosas y feas!!! jajaja. Ayyy, Rosita, que hubiera pasado contigo en aquella época!!!)


Un emparedado de verdad, de verdad...


Y una Dama de Hierro... Qué mal plan, ¿a que sí?


Ah! y nos encontramos también con esto otro... Unos viejos, pero viejos, amigos...






Ahora en serio, estas son las famosas momias de Guanajuato. Son mundialmente conocidas por su estado de conservación. Si os fijais, áún tienen piel. Eso se debe al tipo de suelo que tiene este ciudad, que hace que los cuerpos se conserven de esta manera tan extraordinaria. Muy curioso, ¿verdad?

Ya me cansé de tanto muerto. Ahorita vamos a hablar del pasado minero de la ciudad, concretamente de la Mina de la VALENCIANA... Mirad qué bonito el lugar.


En este lugar, pudimos conocer una de las minas más famosas de la época de los españoles, en torno al siglo XVI y venideros, aproximadamente, por su producción de oro y plata. Se llama la Mina de San Ramón y pudimos bajar a su interior. La verdad es que fue un poco claustrofóbico y realmente agotador porque tuvimos que bajar y luego SUBIR muchas escaleras poco definidas... Tal que así...


Estas minas, las trabajaban los indígenas que habitaban Guanajuato a la llegada de los españoles, concretamente los chichimecas. Nos contaron que trabajaban a cualquier edad, por muy poco o casi nada de sustento y en condiciones infrahumanas. De hecho nos dijeron que la vida media de un minero de esa época era entre 8 y 10 años... Además, nos dijeron que era bastante peligroso entrar en una mina al principio de descubrirse (bueno, y en cualquier momento, la verdad) porque no se sabía si se iba a volver más tarde. Para saber si una mina era o no transitable utilizaban una palomita, lo matían a la mina y si al sacarla ésta piaba que te piaba, eso significaba que estaba vivita y coleando y que sí se podía respirar en su interior... Ahí está la palomita de la mina, con nosotros.


Ah! y mirad esta cantina... es muy característica. También estaba en la Valenciana y aunque ahora está convertida en cantina, antes era el lugar donde guardaban la pólvora para hacer los túneles. Es muy graciosa y tiene fotos de Pedro Infante (como nuestro Paco Martínez Soria, más o menos, para que os hagais una idea).


Ya de ahí nos fuimos a conocer el Templo de San Cayetano... una pasada de bonito que era. En la foto no aparezco yo porque alguien tenía que hacerla, además con ese arte.


Por lo visto, este templo lo mandó construir el Conde de la Valenciana para agradecerle a San Cayetano (del que me imagino que sería devoto, como "La Pili") lo bien que iba la producción de la mina.

Es muy bonito por dentro porque tiene tres retablos dorados la mar de curiosos. Os cuento. Uno de los retablos está dedicado a la Virgen de Guadalupe, que me contaron que aunque un mexicano no sea católico, siempre es Guadalupano. El otro retablo está dedicado a San Antonio, veneradísisisisimo aquí en México porque es el que se encarga de que a las chavas (o mocitas de toda la vida) les salga novio y lo cierto es que al pobrecito santo le hacen de todo para que haga su trabajo... Lo ponen bocabajo, lo meten en armarios... en fin, auténticas barbaries. Y digo yo, es que el pobrecito habrá veces en que no pueda cumplir, ¿no?(cada uno que piense lo que quiera).
El tercer retablo estaba dedicado a San Ramón Nonato. Esta historia está muy interesante porque parece ser que este San Ramón nació estando su madre muerta y que fue un cazador el que abrió a la mujer y sacó al niño, por eso se llama "Nonato" (el no nacido), porque no nació como todos los niños. Es por eso por lo que se considera patrón de las mujeres embarazadas... !Hay que ver lo que yo estoy aprendiendo aqui!

En fin, ya vamos poco a poco acabando el relato de este viaje verdaderamente inolvidable. Teneis que ver lo que se veía saliendo del templo de San Cayetano. No sé si se pueda apreciar en las fotos...




Y para acabar definitivamente, os cuento lo que nos dijo el guía al salir de este templo. Nos contó que las montañas que podíamos divisar formaban la imagen de un Cristo tendido y nos habló de que dicen que sólo aquellos que están libres de pecado pueden verlo representado en las montañas... así que, a ver cuán pecadores sois...


Espero que os haya gustado y que a estas alturas del partido hayais entendido bien porqué Guanajuato es "tierra de historia, tradiciones y valores".

Cuidaos muuucho y un besito fuerte para tod@s.