Alguien dijo de Tlacotalpan que...
"es un sueño o muy posiblemente el Tlalocan (o paraíso terrenal). Pareciera que el viento trae los cantos, el zapateado y todo lo demás, que sus casas son pedazos de arcoiris que regalan a los ojos un espectáculo celestial, que sus iglesias encierran misterios que nunca se sabrán, y que su ribera dice: algún día volverán y volveremos a empezar".
Pero empecemos el relato con las vistas de las que disfrutamos durante el camino desde el puerto hasta este lugar. El paisaje fue increíble. Si no, juzguen ustedes.
En las fotos anteriores se ve el río Papaloapan, que bordea al pueblo y que ha sufrido varios desbordamientos con los que los tlacotalpeños han aprendido a vivir.
Antes de comenzar, me gustaría compartir con vosotros una "rolita". Creo que aún no he puesto nada de La Banda "El Recodo". No tiene demasiado que ver con Veracruz, bueno, en realidad no tiene absolutamente nada que ver con esta excursión, pues son un grupo de Sinaloa. Sin embargo, si alguna música ha estado presente en todo este tiempo que llevo en México, es la música de banda. Así es que os presento a "El Recodo". Esto se llama "Y llegaste tú".
Ahora sí, comencemos el relato de este pequeño pero hermoso lugar: TLACOTALPAN, que significa "entre aguas" y que es conocido por muchos como "La perla del Papaloapan", el río que lo baña.
Llegamos a este pueblito más o menos a la hora de comer. Pero antes de buscar un lugar rico donde reponer fuerzas, decidimos ubicarnos tantito para decidir qué ver tras la comida. Primero nos encontramos con unos "jarochitos"...
También, con este hermoso paisaje del río Papaloapan, que luego volvereis a ver...
Sin embargo, no pudimos seguir caminando más porque estábamos hambrientas, así es que buscamos un lugar bonito, tranquilo y más o menos fresco para degustar las delicias de este lugar bellísimo. Y qué mejor ubicación que el "malecón". Este fue el restaurante elegido. A nuestra espalda, el Papaloapan...
De comer pedimos un "Chucumite a la Veracruzana", que es este pescadito que veis a continuación...
Y también ordenamos unos "Camarones al mojo de ajo" que estaban realmente exquisitos. De este manjar no tomé fotos porque ya el hambre me lo impidió. Y para beber, sendas limonadas minerales que con el calor que hacía nos parecieron el maná ansiado por el pueblo hebreo.
Toda la comida nos la estuvo amenizando un grupo de "son jarocho" que sonaban increíblemente bien. Cantaron muchas canciones de esas de toda la vida que a mí, en especial me encantan. (Chikes, vosotras diriais de esas pastelosas, pero para mí son clásicos). Estos eran los artistas.
No puedo continuar sin compartir con vosotros un buen son jarocho, para que os hagáis una idea de lo que este lugar resultó con tal banda sonora. Espero que os guste tanto como me gustó a mí.
Sigamos... Después de que nos llenamos tan bien el estómago que ya ni movernos podíamos, decidimos comenzar el paseo. En primer lugar, fuimos al Museo de Agustín Lara, un veracruzano internacional que, como os conté en otra ocasión, sentía mucho amor por España. Nos contaron que en esta casa pasó los primeros años de su vida. Ahora la han convertido en museo, precisamente fue donado a este pueblito por su mujer y en él se encuentran algunas de sus pertenencias.
Su dormitorio...
Y algunos cuadros con alusiones a su historia y a su música...
Pero conozcamos a Agustín Lara. Este gran compositos escribió muchas de las canciones que todos conocemos, que son de toda la vida y que tanto han versionado otros artistas con el pasar de los años. Una de esas canciones es "Piensa en mí". A ver si os suena...
Del muso de Agustín Lara, seguimos caminando por la ciudad hasta llegar al imponente Zócalo o Plaza Zaragoza. Mirad la hermosura de este kiosco...
También conocimos el Templo de San Cristóbal...
La Capilla de la Candelaria, muy adorada por los tlacotalpeños...
Y el Palacio Municipal...
Este lugar, pos su disposición en "U", conformaba por sí mismo el acceso a la ciudad; por su interior pasaban los viajeros que desembarcaban en el puerto y se transportaban las mercancías hasta la plaza mayor, hoy el Zócalo. Aunque ha sido modificado, aún conserva la belleza neoclásica que lo caracterizó desde su construcción.
Pero crucemos el Palacio Municipal...
... y encontrémonos de nuevo con el Papaloapan.
Como podeis ver hacía mucho viento y estaba empezando a llover, pero no nos importaba porque el lugar estaba hermosísimo. Tras abandonar esta zona, decidimos seguir caminando. De ahí, nos fuimos al teatro NETZAHUALCOYOTL (ahí lo llevas con el nombre).
Y de ahi, a la Casa de la Cultura...
Esta casita se ve que a Cecilia le gustó mucho, tanto que no quería abandonarla... jajaja. Hasta se vistieron del mismo color!! jajaja
Siguiendo con nuestro recorrido, nos topamos con el Mercado de Artesanías.
Y también con esta placita que me robó el corazón: la PLAZUELA DE DOÑA MARTA.
En torno a esta plaza, a finales del siglo XVI, se fundó la ciudad de Tlacotalpan. Aquí era donde se erigían las casas consistoriales, la casa de frailes y la iglesia con su panteón. Sin embargo, en el siglo XVII se rectifica el trazado de la ciudad y se cambia la plaza mayor a donde está actualmente (el zócalo), quedando este hermoso lugar prácticamente abandonado. A finales del siglo XIX, se reactiva esta plazuela y se le pone en nombre de Doña Marta en honor de Marta Tejedor Scheleske, una vecina del lugar que se encargó de su limpieza y del cuidado de sus plantas.
Y con esta bella placita, nos despedimos de Tlacotalpan, un hermoso pueblito pesquero donde se respira historia, nostalgia y mucha tranquilidad. Os dejo con dos fotos maravillosas.
Ahora entiendo la frase del Papa cuando dijo: "Sólo Veracruz es bello". ¿Qué opináis?
Hola Merchita bonita, preciosa de mi corazón...
ResponderEliminarSiiiiii Veracruz es bello, pero no solo Veracurz!!!! ja
y la casa verde era mi casa y claro que me encanto...ya no me quería ir = (.
En fin solo puedo decir que esos camarones estaban Uff diría mi querida Alma....
Gracias!!!!