Aún nos quedaba una historia pendiente antes de comenzar las vacaciones de Navidad... El vigesimoséptimo cumpleaños de este sinaloense carismático, el profe, el peruano, el niño, el "deivid" y otros calificativos con los que lo hemos venido nombrado en otras historias.
Para esta ocasión, y rompiendo un poco con la tradición de incluir sólo música mexicana, voy a optar, en homenaje al "profe", por Joaquín Sabina. Sin embargo, para que sea verdaderamente algo de allá y de acá, he seleccionado una rola del señor Sabina, con la señora Vargas, otra dama de la canción... La que he elegido y que tantas veces hemos escuchado en ese Seat Ibiza, se llama "Noche de Bodas".
Como el cariño que le tenemos a este personaje es más que evidente, Ceci y yo nos ofrecimos voluntarias para hacerle una pequeña cena de festejo, con su tarta de cumpleaños incluída. Él trajo a sus invitados y nosotras pusimos la comida. Al final, se reunió una bola apañada.
Ahí estuvimos echando relajo durante buena parte de la noche...
Pero no pudimos prolongar nuestra estancia ahí porque a nuestro casero, el señor Jesús, no le gustan mucho las fiestas y aunque es un "Santo Varón" que nos cobra superbarato y no nos pone muchas pegas para casi nada, no queríamos molestarlo mucho tiempo con el ruído y el desmadre.
Así es que nos limitamos a cenar... Por cierto chic@s, los filetes rusos son una verdadera bomba aquí. A todos les encantaron!! Igual y me quedo por los "Méxicos" y pongo un puesto de filetes rusos, seguro que me va a ir mejor que con la Psicología...
Además de eso, pues pusimos papitas, una ensalada de patatas, unas salchichitas, una rica ensalada de pasta... Y ahí estuvimos tomando, comiendo un ratito, escuchando música y platicando. Eso hasta que decidimos que ya era hora de que nuestro homenajeado soplara las velitas, sus veintisiete velitas...
Por supuesto, no faltaron las "Mañanitas"...
Y como en cualquier cumpleaños de calidad que se precie, el protagonista tuvo que pedir su deseo y soplaaaaarrrrr. Que por cierto, aquello más que velas eran como antorchas. Cuando se apagaron parecía que había un incendio en la casa, que logramos controlar.
Después de unas lagrimitas de emoción... jajaja
El homenajeado, partió la tarta...
Si es que a eso se le podía llamar tarta. Amigos, fue un desastre!!! Se me ocurrió hacer la tradicional tarta de galletas de toda la vida. Pero claro, no pensé que aquí los ingredientes eran diferentes y NUNCA, cuando digo nunca, me refiero a NUNCA, NUNCA y bajo ningún concepto, me cuajaron ni el flan ni el chocolate. Así es que os podeis imaginar cómo quedó la tarta. Ahí no se distinguían ni el flan, ni el chocolate, ni nada. Aquello más que un pastel, parecía una sopa de chocolate con algo similar a galletas flotando por encima. Imaginad la vergüenza que me dio cuando llevamos aquella tarta a la mesa y con tanta gente allí. En vez de cucharas, estuve a punto de darles a todos popotes (así es como se les dice aquí a las pajitas)... Con lo fácil que hubiera sido haber hecho una sorpresa de limón (pero bueno, me enteré de la experta en sorpresas de limón, días más tarde... verdad, mi Ceci querida?!)
Si no me creeis, mirad... Observad hasta donde se hunde la cuchara en la primera foto y a las personas comiéndose la tarta en vasos, en la segunda...
Sin embargo, estuvo divertido y todos dijeron que de sabor estaba buena. De hecho, muchos repitieron. Pero tendría que trabajar en la consistencia para la próxima ocasión.
Después de que todos se tomaron su sopita de chocolate, le dimos un detallito al cumpleañero. Una felicitación firmada por tod@s.
Antes de seguir, quiero compartir con tod@s, otro momento musical. De nuevo, me salto la regla para la exclusividad de música mexicana. Todo se debe al homenaje del sinaloense. Esto se llama "Vine del Norte", de Ismael Serrano. Una bellísima canción. Me imagino que David estará de acuerdo.
Siguiendo con la historia... como ya era tarde y no queríamos quedarnos sin casa, nos fuimos de ahí a un bar, a seguirla. Concretamente fuimos al "CantaBar", un Caraoke muy divertido al que ya tuvimos la ocasión de ir justo una semana después de mi llegada a México. No sé si lo recordais...
Ahí bailamos...
Cantamos...
Y estuvimos echando relajo...
Hasta que ya, a altas horas de la mañana y muertos de cansancio...
Decidimos regresar a casa. Esta sería la última vez que vería a mucha gente. Era la despedida de Rocío, Bety y Fernando, los chicos de Zacatecas...
A la mañana siguiente tocaba cruda, pena y más adioses. Además de un discurso de nuestro casero por la hora de llegada y porque se nos ocurrió la idea fantástica de prestar nuestro baño a los amigos a eso de las cuatro de la mañana... Y despertamos al Señor Jesús!!
Pero bueno, como digo que este hombre es un "Santo Varón", no quedó más que en eso. Esa sería mi primera regañina en esta casa, pues aunque oficialmente yo no vivía aquí todavía, este hombre me echó un sermón a mí que vaya tela y, además, a la mañanita siguiente y con resaca!!! Mi querida Ceci, sin embargo, se lo ahorró. Para algo están las amigas, ¿verdad?
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Hola Merchita bonita, preciosa de mi corazón...
ResponderEliminarjajaja = ) perdon pero esta historia si me hizo reir mucho, imaginame estando sola en mi casa y soltando unas carcajadas como loca jejeje, la verdad si estuvo divertido lo de la tarta, pero ya sabes para la otra...sorpresa de limón jeje.
Y si estás en lo cierto que bueno que existen las amigas...y que bueno que ya me iba así el señor jesús vio que perdía el tiempo diciendome algo a mi y fue contigo = )...
De verdad me has regalado muchas sonrisas con esta historia...te quierooooo
Jajaja... La verdad es que yo también disfruté mucho escribiendo la historia. Fue como revivirla!! Me alegro que te hayas reído, de eso se trataba... Te adredezco mucho el comentario. Ah! y qué bueno, que ya sé hacer sorpresa de limón!! jejeje.
ResponderEliminarahhh ese día fue genial!!!! Merche, vaya que sabes capturar la esencia de las aventuras y relatarlas de una manera muy padre!!! saludos :D
ResponderEliminarGracias por los halagos, pero no soy yo, sino los momentos que me inspiran. Es fácil hacerlo con tantas historias lindas y tantas aventuras vividas. Gracias por leer mis historias. Un beso
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